Translate

viernes, 11 de mayo de 2012


¿A qué no sabes a quién conocí?

Ayer Gaby yo conocimos unas personas sumamente especiales. Muchos tenemos la oportunidad alguna vez en nuestra vida de tener contacto por unos minutos o segundos con gente sobresaliente. Son momentos que se quedan en nuestra mente y no sólo se convierten en recuerdos memorables, sino también en la oportunidad de compartir con nuestros amigos, llenos de orgullo, una historia interesante para conversar. Esos encuentros suelen convertirse en tiempos de asombro y aprendizaje. Es casi imposible sorprendernos al conocer las hazañas y logros de estas personalidades.
He tenido la fortuna de contar con este tipo de experiencias varias veces. Hace más de trece años, justo cuando conocí la bellísima Colombia, tuve la oportunidad de compartir escenario y pasar todo un día en el aeropuerto de Bogotá (debido a problemas con nuestros vuelos) con una mujer que ha tenido puestos del más alto nivel en su país, incluida la candidatura a la presidencia de la República. ¡Qué historias puede uno escuchar de alguien así!
En un par de ocasiones comí con un escritor ganador de la Palma de Oro (premio mundial del cine) y nominado al Oscar por lo mismo. Hace muy poco me tocó tener de compañera de vuelo y por lo tanto conversar, con una sumamente famosa y controvertida cantante latinoamericana. Sus canciones, y ella misma, han dado la vuelta al mundo más de una vez. Hablando de cantantes, en mis años juveniles tuve la oportunidad de ser amigo y trabajar con un hombre cuya canción, en aquél tiempo, obtuvo el récord de más semanas consecutivas en el primer lugar de la lista de popularidad de la música en México.
En una ocasión tuve la gran oportunidad de ser entrevistado en radio por un prestigiado periodista latinoamericano. También recuerdo un evento al que fui invitado para impartir una conferencia en la misma tarima que minutos antes pisó uno de mis grandes ídolos de la infancia, quizás el futbolista más loado y apreciado de la historia de este deporte. La vida y Dios me permitieron convivir y aprender de uno de los más prolíficos autores  latinoamericanos, así como ser discipulado por un maestro mundial del mundo de las empresas. He convivido con un cantante nominado al Gremmy en un par de ocasiones.
A veces las personas sentimos erróneamente que nuestro valor puede incrementar un poco por haber tenido contacto con gente de esos niveles de popularidad y resultados. Me da risa pensar como el simple hecho de haber tenido contacto con ellos nos hace sentir que nosotros hemos tenido un mérito, como si sus experiencias y triunfos se nos transmitieran por ósmosis. En realidad lo verdaderamente valioso de estos encuentros surge de lo que podemos aprender de ellos, de sus esfuerzos, retos, respuestas ante las adversidades y claro que también de sus grandes logros. Sus historias de vida se pueden convertir en trampolines de sabiduría para nosotros.
Anoche mi esposa y yo pudimos compartir un par de horas, y unos ricos filetes de tilapia, con una pareja admirable. Este encuentro ha sido como subir no a un trampolín de aprendizaje, sino a la plataforma de diez metros de una alberca olímpica. Ellos son un par de seres humanos que pusieron su vida en riesgo con tal de alcanzar una mejor forma de vida ni siquiera para ellos, sino para sus seres queridos. Personas valientes que día a día se arman de valor para enfrentar desafíos importantes, rodeados de incertidumbre y la posibilidad de que un simple error los lleve a separarse, quizás por siempre, de la gente que más aman y por la que han puesto su vida al borde del precipicio. Sus nombres no importan, pueden ser Sergio, María, José o Candelaria. Son personas como muchas otras que probablemente no saldrán fotografiadas en los diarios y revistas; seguramente sus nombres no serán mencionados en el radio y la televisión y sus rostros nos pasan desapercibidos si nos cruzamos en la calle con ellos. Sus estudios no llegaron más de allá de unos cuantos años de educación primaria, pero su ejemplo, valentía y lucha por ser mejor persona y alcanzar sus sueños es encomiable.
Agradezco a Dios que nos haya permitido conversar anoche con este par de personas valiosas y valientes, que como muchos otros héroes anónimos, se atrevieron a dejar su tierra y su familia para entrar a una nación extraña, con un idioma que ignoran y viviendo una odisea más peligrosa, larga y despiadada que la de Ulises. Humanos admirables que sin pretender fama y reconocimiento arriesgaron todo para recuperar un poco de dignidad y esperanza. Anoche conocí a un par de joyas de la vida que la mayoría etiqueta con la palabra “ilegales”.

lunes, 7 de mayo de 2012

¿Qué montañas necesitamos dinamitar?


El viernes pude visitar el Canal de Panamá. Fue toda una experiencia, principalmente por intentar comprender y dimensionar lo que significó con la tecnología de hace 100 años hacer una obra como esa. Fue una gran lección de vida. 
Es increíble ver de lo que somos capaces los seres humanos. Cuando nos proponemos hacer algo y persistimos podemos hacer prácticamente lo que sea. Sin embargo el reto está justo en esa constancia. Como bien enseñó Jim Rohn, "es fácil hacer cosas que nos den buenos resultados, pero es más fácil no hacerlas". 
Los franceses empezaron el gran reto de unir al Océano Atlántico con el Pacífico a la mitad del continente americano. Más que un sueño, casi una locura. Lamentablemente las adversidades fueron más fuertes que su tesón y recursos. Terminaron esta monumental obra de ingeniería los norteamericanos. 
¿Cuántas veces me rindo ante las adversidades y no concluyo aquello que tanto anhelo?
¿Hace cuánto tiempo que no me pongo un verdadero reto, una meta grande que me inspire y obligue a crecer?, ¿será que ya me acostumbre a mi forma actual de vida y prefiero quedarme así que buscar más?
¿he soñado algo que deje a medio camino?, ¿tendrá otra persona el tesón que a mi faltó para terminarlo?


No puedo sino admirarme ante las vidas que se sembraron para lograr que las aguas de estos continentes se besaran en medio de la selva panameña. Este beso dulce y salado (en los lagos creados se unen ríos con los mares) ha permitido que el comercio del mundo entero se vea beneficiado. Sus esfuerzos, lucha contra la malaria y la fiebre amarilla y en especial contra las predicciones negativas de los que no se atrevían, han sido más que recompensados. 


No sé cuáles son tus sueños, pero sí cuáles son los míos. Dinamitemos las rocas y montañas que detienen nuestros mares, limpiemos los terrenos de nuestro alma para dejar que las aguas se reúnan. Construyamos los canales que  junten nuestros anhelos con nuestra realidad.
Recuperemos nuestra capacidad de asombro.
"Asombro: lo más elevado a que puede llegar el hombre"
Johann Wolfgang Goethe

Hoy ha sido un día de viaje: levantarse temprano, check out en el hotel, aeropuerto, avión, otro aeropuerto, autobús a casa... Un día dedicado a transportarse. ¡Qué maravilla de medios de transporte! Hoy temprano me despedía de un amigo en Panamá, tomé café allá y cenaré más tarde, en casa, con mi familia. No deja de asombrarme las maravillas que como sociedad hemos creado, podemos movernos por el mundo en muy poco tiempo. Claro, cuesta, pero se puede hacer.
Creo que eso es algo que no debemos perder, nuestra capacidad de asombro. Considero que desde la llegada del hombre a la luna hemos reducido nuestro nivel de sorpresa y admiración ante cosas realmente increíble. Si el hombre fue capaz de poner su pie en la luna, es capaz de todo. Ya no nos sorprende que yo escriba en un teclado delgado desde la cocina de mi hogar en Puebla y con click personas de todo el mundo lo puedan leer, juzgar, criticar y responder en cuestión de segundos... Pensémoslo: "cuestión de segundos"; "todo el mundo".
En mi fin de semana de trabajo por Panamá tuve la oportunidad de visitar el Canal. ¡Qué maravilla! Es impresionante como hombres, hace 100 años, iniciaron un proyecto que permitiera que las aguas del Atlántico y el Pacífico se besara a la mitad del continente americano. Millones de toneladas de rocas y montaña tuvieron que ser removidos; se diseñó un sistema de esclusas (como albercas gigantescas con compuertas) que permitieran subir y bajar de nivel a los monstruos marinos que transportan mercancía de China, India, Europa, Japón, Brasil a cualquier rincón del mundo sin tener que pasar por la Tierra del Fuego cerca del Polo Sur.
Mi nuevo amigo y excelente persona, Pablo Ruidiaz se tomó el tiempo de llevarme, acompañado de su escudero y nieto, Giovani, a comer en un restaurante ubicado en la esclusa Miraflores y tuve la fortuna de ver el cruce de un navío de Europa del Este. No pude evitar dejarlos en la mesa y observar como entraba, cerraban una compuerta con ingeniería de cien años, subía el nivel del agua, abrían compuerta, se eleva el barco y pasa a la siguiente y así hasta llegar a las aguas abiertas del pacífico y con él el barco.
Pero hay muchas cosas de qué maravillarnos, no sólo el avance tecnológico. ¿Quién puede dejar de emocionarse cuando un bebé de días de nacido aprieta uno de nuestros dedos?,  al saborear un pedazo de mango, respirar el aire fresco y penetrante cuando estamos cerca de las montañas; al ver un atardecer en el mar, la salida del sol en el desierto; o al pensar que la persona que nos hizo perder la concentración cuando éramos jóvenes y que llegamos a creer que no nos pondría atención, aún sigue a nuestro lado a pesar de que nos conoce tal como somos.
En fin, les invito a no dejar de asombrarnos, dar gracias y disfrutar las pequeñas y grandes cosas a las que tenemos acceso.


domingo, 6 de mayo de 2012

Hoy inicio mi blog, te invito a compartir conmigo

HOY EMPIEZO ESTE BLOG. TE INVITO A VIVIRLO CONMIGO.


Bien, pues acá estoy, intentando desarrollar la disciplina de escribir algo con frecuencia. Intentaré al menos dejar algo diario, aunque no lo firmo en piedra. Al menos varias veces a la semana, pero trataré de hacerlo lo más frecuente que pueda.
Mi propósito es compartir no lo que vivo, sino lo que pienso cuando lo vivo. Espero que disfrutes este espacio, compartas tus ideas, opiniones y diferencias conmigo. No pretendo que pienses como yo, sino que vivamos con conciencia, responsabilidad, iniciativa, alegría y paz.
No me considero humanista, gurú, maestro o guía. Simplemente alguien que disfruta de aprender. Entiendo que ni en nuestros mejores momentos somos el centro del mundo y que no debemos ser el centro ni de nuestro propio mundo. Reconozco que hay un Creador que me dado libertad y la oportunidad de decidir como vivir mi vida y que daré de cuentas de ello y que sin o fuera por Él, yo no estaría donde estoy, tendría lo que tenga ni podría esperar ir a donde iré.


¿QUÉ PUEDES ESPERAR DE ESTE ESPACIO?
Honestidad y esperanza. Podemos vivir nuestra vida con desilusión y despecho o con esperanza. Prefiero lo segundo. Como dice Amado Nervo refiriéndose a la vida: "Porque veo al final de mi duro camino, que yo fui el arquitecto de mi propio destino... mas no me prometiste tú sólo noches buenas".


Bienvenidos, espero que disfrutemos de este espacio y los reflejos del alma que mis letras puedan transmitirles.


¡Disfrutemos el viaje!


Rafael